Don Manuel Ismael Moscoso Vargas,
nació en la ciudad de Arequipa en el barrio de San Lázaro un 17 de junio de
1889, hijo de Don Lázaro Moscoso Escalante y de Doña Quintina Vargas Hidalgo, a
los pocos años de vida sus padres se trasladaron a vivir al Callao, a la
separación de estos su abuelo materno David Vargas Bustamante, lo trajo a vivir
de regreso a Arequipa, quien le enseñó los primeros estudios musicales, en
especial la flauta, además lo llevaba a los eventos musicales que
frecuentemente realizaba. También recibió formación en violín con el profesor
Francisco Molina.[1]
Fotografía de Manuel Moscoso Vargas, impresa en la carátula de "Recuerdos de Arequipa", c. 1930
A la muerte de su abuelo materno
(c. 1898), sus tíos lo vieron como un riesgo para sus intereses económicos, por
ello lo enviaron a Chile a vivir con algunos parientes en Antofagasta, por lo
que en su adolescencia trabajó en las salitreras del lugar. En sus momentos de
descanso gustaba de cantar pues tenía una voz melodiosa y un gran registro con
potencia, su fama nació entre los trabajadores del lugar, quienes se deleitaban
de sus cantos en el trabajo y en sus hogares. El talento del joven Manuel
Moscoso en la salitrera llegó a oídos del gerente de la misma, quien al oírlo
cantar decidió apoyarlo en el desarrollo de su innato talento musical; lo llevó
a Valparaíso a estudiar con el profesor y director de coros Pedro Cesari[2],
más adelante formaría parte del Orfeón Municipal de Valparaíso. Es en ésta
institución donde se forma como maestro de música, demostrando sus habilidades
musicales en composición, dirección y canto; a sus 19 años de edad ya era
considerado compositor en las tierras sureñas; una vez consolidada su formación
retornó a la ciudad de Arequipa.
Carátula del valse para piano “Adiós a Valparaíso”, en imagen central Pedro
Cesari, edición de Casa Kirsinger,
Ya de retorno al Perú se
desempeñó como instrumentista de guitarra, violín, flauta traversa y piano;
además de promotor y director de coros.
Conoció y fue amigo de Luis Duncker Lavalle (1874-1922) junto a Mariano Nicolás Reynoso (1874 -1931), Manuel Moscoso Vargas admiraba el talento de Luis Duncker y compartían el gusto por las obras de Franz Lizt, las familias Moscoso Vargas y Reynoso fueron cercanas hasta en dos generaciones, pues también los hijos de ambos Guillermo Moscoso-Vargas y Manuel Nicolás Reynoso Vizcarra, se reunían periódicamente a ejecutar piano a cuatro manos.
Su labor en la vida religiosa de
la ciudad la realizó como maestro de capilla, de las iglesias de la Merced, Santo
Domingo[3]
(donde laboró más de 60 años) , La Catedral[4]
y de casi todas las iglesias de Arequipa; su fama como organista y cantor con
voz potente lo llevó a ser considerado en las misas cantadas[5];
asimismo su facilidad para leer partituras le permitió manejar gran repertorio
dentro de las actividades eclesiales de la ciudad. Manuel Moscoso fue devoto
del Señor del Santo Sepulcro[6],
durante muchos años en la Semana Santa acompañaba a la procesión con coros y
músicos, poniendo dinero de su propio peculio para financiar el acompañamiento
musical. Era frecuente verlo interpretar y dirigir el Miserere y otras
alabanzas que eran seguidas con toda atención por fieles en la Semana Santa
arequipeña.
Recorte del artículo “Relato sobre el coro de niños del Miserere” Por:
Juan Salas Ocharán.
Diario Arequipa al Día. 1997.
Diario Arequipa al Día. 1997.
Como primera flauta viajó durante
varios años acompañando a famosas compañías de ópera, opereta y zarzuela en su
mayoría italianas. Tal es el caso que entre los años 1908 y 1919, recorrió con
una compañía de ópera los países de Chile y Bolivia, en dichas presentaciones
fue reconocido como excelente flautista y tenor; también fue director de la orquesta con la Compañía de Ópera
Lampre sustituyendo al director principal. Parte del repertorio interpretado en
Chile incluía la ópera Lucía de Lammermoor de Donizetti y Mariana de Arrieta,
recibiendo críticas positivas sobre su desempeño.
LABOR DOCENTE
Otra faceta de Manuel Moscoso, es su labor como docente de música en el Colegio Independencia, donde dirigía la banda del colegio. Dirigía también las bandas musicales de otras escuelas fiscales primarias y secundarias[7]. Dedicándose durante 60 años a ésta labor. Como docente era frecuente verlo participar en las ceremonias cívico patrióticas en la Plaza de Armas dirigiendo coros y bandas escolares, entonando el Himno Nacional en Fiestas Patrias. Además de participar de las fiestas de la sociedad arequipeña de la época con su propia orquesta de baile.[8]
Fundó una institución dedicada a la enseñanza musical, la “Sociedad Musical de Arequipa”, una institución bien organizada y que contaba con diferentes personalidades dedicadas a diferentes áreas de gestión. Para 1939 la Sociedad Musical de Arequipa tenía como[9]:
Presidente
y Director General: Manuel Moscoso
Vargas,
Vicepresidente:
Benjamín
Román
Fiscal: Artemio
Ramírez
Bibliotecario
y auxiliar Musical: Guillermo
Moscoso-Vargas
Tesorero: Julio
Salazar
Pro
Tesorero: Francisco
Cornejo
Vocales: Guillermo
Ugarte, Walter Delgado, Jorge Salazar,
Claudio Ramos, y Luis Talavera.
Director
artístico: Carlos
Manchego
Director
dramático: Francisco
Salas Ojeda
Presidenta
y directora femenil: Carmen Pérez Zavala
Subdirector
de Orquesta: Benjamín Espinoza
Director
de Escenografía: Raúl Tamayo
Subdirector: Hugo
Lazarte
Director
de Cultura: Dr.
Víctor Benavente
Subdirector: Nicanor
Rivera Cáceres.
Fotografía
publicada en un diario local en marzo 1976. Se observa a Manuel Moscoso Vargas
dirigiendo al coro y banda del Colegio Independencia Americana en la Plaza de
Armas de Arequipa
En el gobierno del presidente
Augusto B. Leguía, tuvo la oportunidad de estrenar su “Himno al carácter”[10],
obra que logró la felicitación presidencial pública; por ello fue convocado a
formar en Lima el coro y orquesta del Museo Bolivariano.
La Sociedad Orquestal de Arequipa fue fundada el
07 octubre de 1924, tuvo como presidente
a Felipe Urquieta, y como directores de orquesta: Manuel Moscoso Vargas
y Aurelio Díaz Espinoza[11]. Fundó
también el Centro Cultural Orfeón Mistiano (influenciado por la práctica
musical de Valparaíso).
Su producción musical abarca
varios géneros en especial el vals, se tiene reconocidas las siguientes:
- La tragedia de Huaraz, vals
- Yanahuara, vals arequipeño, c. 1937, Letra:Juan M. Villalba. Dedicado al distrito de Yanahuara.
- Recuerdos de Arequipa, fox trot, 1937
- Alegrías del Inca, fox incaico, 1924
- Esos de mi negra, zamacueca
- Meditación, yaraví
- Marcha festiva, 1920
- Marcha el Orfeón mistiano
- Himno al carácter
- Himno a la Sociedad Musical de Arequipa
- Himno I.E. Juan Manuel Polar
- Marcha Orfeón Mistiano
- Carnaval de Arequipa, arreglo
- Flores del campo, vals
- Resignación (arreglo del yaraví de Mariano Melgar)
- Como no he de llorar (arreglo del yaraví de Mariano Melgar)
- La planta del desierto, yaraví
- Si dos con el alma se amaran, yaraví
- Delirio, yaraví
- Amor verdadero, yaraví
- Los trigales
- A la madre, coral
- Funerales de Atahualpa, orquesta
- Ópera Mayta Cápac
- Ramillete incaico, orquesta
- Oficio para difuntos
- Gozos del Beato Martín de Porres
- Miserere arequipeño, arreglo
- Otras aún inéditas (marineras, yaravíes, zarzuelas, himnos, polcas, vals y foxtrot)
Manuel Moscoso Vargas, se casó
con Doña María Torres Vargas con quien tuvo seis hijos (Betzabeth, Teresa,
Irma, Tula, Guillermo, Jesús y Enrique) quienes recibieron la influencia
musical en su formación, resultando dos de ellos continuadores de la tradición
musical familiar. Guillermo Moscoso-Vargas Torres (hijo mayor) fue pianista y formó
parte de la sección de flautas de la Orquesta Sinfónica de Arequipa, compositor
y docente de música en diferentes colegios de Arequipa. Jesús Moscoso Torres, también
conformó la sección de contrabajos de la Orquesta Sinfónica de Arequipa.
La vida de Don Manuel Moscoso Vargas,
se extinguió en Chorrillos, Lima, el 21 de febrero del año 1976 a los 86 años
de edad, dejando un legado importante para la posteridad. Su labor siempre se mantuvo
ardua y con perfil bajo, por ello quizás mucha de su producción no se había
difundido en los círculos artísticos y académicos arequipeños. Su legado artístico musical
y su labor docente ocupan un lugar importante en la historia de nuestra sociedad
que debe ser considerada en la memoria de nuestra región y de la nación
peruana.
Algunas letras de sus composiciones:
YANAHUARA
Murmullo de fuente clara
y agua que corre en la acequia embelesada;
cantar de tancca y calandria
que se mete entre del alma
fragancia de hierba fresca
en Yanahuara
Tras la paredes atisban
preciosas flores y frutos
gualda y granos
donde el iris del crepúsculo
cual sangre que el cielo sangra
no encontrando mejor sitio
se esparrama.
Por eso cuando la angustia
quiere apretujar mi pecho
cantando voy por tus campos
diciéndome en mi alma que no
que eres cual boca morena
ardiente, fragante y roja
cual perla de agua serena
que descansa en la roca.
En la risa de tus mozas
que no he visto mas airosas
está tu alma
Yanahuara la engreida con
tus frutos y tus rosas
y tus estrellas la vida
es agradable vivir.
RECUERDOS DE AREQUIPA
Ayer en Arequipa
oí una canción tierna
del almanaque que dejo
¡ ay la dulce huella de un dolor
con quien yo gozé !
y fue quien lo había de pensar
que allí sus notas grabaron en mi pecho
con ardor la dulce y febril
estimada ilusión.
Fue ese un cariño
que nunca olvidaré
mi dulce arequipeña
porque ese si que fue
la inquietud mi vida
de aquel tiempo mejor,
que el Señor te bendiga
mi dulce pasión.
ESOS OJOS DE MI NEGRA
Esos ojos de mi negra
Chirihuayra, chirihuayra
son sus ojitos de encanto
de mi mirar, de mi mirar.
Con su mirar ¿qué voy hacer?
si han embrujado mi corazón
si no estás tú ¿qué voy hacer?
si hemos nacido para querer.
Como pudiera besarla,
Chirihuayra, chirihuayra
luceritos que iluminan
mi camino, mi camino.
Si esto es así, ¿qué voy hacer?
esta es mi negra a quien querer
si no estás tú ¿qué voy hacer?
si hemos nacido para querer.
si hemos nacido para querer.
***
[1]
El presente reúne datos escritos y orales entregados por la familia Moscoso
Villena, quienes atesoran en el archivo familiar, recortes periodísticos,
fotografías, partituras y otros. Compilados por Prof. Omar Carrazco Llanos, 2018.
[2]
Pedro Cesari (1869-1902), maestro italiano radicado en Valparaíso, con
importante participación en el desarrollo la enseñanza musical, canto, bandas y
orquestas de música populares en el puerto chileno. Véase: http://memoriamusicalvalpo.cl/?resenas=pedro-cesari-maestro-orfeonista-y-mutualista
[3]
Pg. 139, Vega Salvatierra, Vida musical cotidiana en Arequipa durante el
Oncenio de Leguía (1919-1930), 2006
[4]
Al respecto la investigadora Zoila Vega precisa que Manuel Moscoso Vargas fue
maestro de capilla de la catedral desde 1921 hasta mayo de 1927 y que antes
había desempeñado funciones de cantor.
[5]
“El 28 de julio de 1923, a las diez de la mañana se celebra en la iglesia
matriz una misa solemne cantada por el Sr. Obispo y oficiada por una gran
orquesta que dirigía el maestro Moscoso Vargas”. (Anales de Arequipa pag. 117)
[6]
Véase nota publicada en Diario Arequipa al Día, “Relato sobre el coro de niños
del Miserere” escrito por: Juan Salas Ocharán, 1997.
[7] En el año
1927, agosto 21: Se expide una resolución suprema designando al músico
arequipeño Sr. Moscoso Vargas para que enseñe música en las escuelas de la
ciudad. (Anales de Arequipa p. 216)
[8]
Aviso publicitario ilustrado: “Lo que hace una arequipeña elegante durante el
día [siguen una serie de actividades cotidianas] baila al son de la mejor
orquesta de la ciudad, Moscoso Vargas”; El Pueblo XXII/8317 (4 de julio
de 1927). En los Anales de Arequipa también aparece mencionada la orquesta de
Moscoso Vargas: “…También participó el jazz band de Manuel Moscoso Vargas el
martes 23 de noviembre de 1926”. Las orquestas vigentes de la época eran las
dirigidas por Castillo Chanove, Aurelio Díaz, Manuel Moscoso (conocida como
orquesta “Varguitas”) y la de Benigno Ballón Farfán.
[9] Pg.
409, Rodolfo Gómez G., Padre e hijo: Narraciones arequipeñas, 1977.
[10]
Durante
su primer gobierno Leguía fue víctima de un intento de golpe de estado el 23 de
mayo de 1909. Para conmemorar su actitud valerosa frente a los revolucionarios
se creó el “Día del Carácter”, un día cívico que rendía culto a la valentía y
carácter mostrado por Leguía al negarse firmar su renuncia frente a los
golpistas. En ese día había desfiles, celebraciones, visita a los monumentos y
obras del presidente, se pronunciaban discursos y se reforzaba la imagen de
Leguía como gobernante nato del Perú.
[11] Pg. 116,
Vega Salvatierra, Vida musical cotidiana en Arequipa durante el Oncenio de
Leguía (1919-1930), 2006
Estupendo artículo, dice opera Mariana de Arrieta... Creo que debe decir a opera Marina de Arrieta...
ResponderBorrarFabuloso articulo acerca de mis ancenstros, el era hermano de mi abuelo adorado Luis Gregorio Moscoso
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