miércoles, 6 de marzo de 2019

Preservación musical del tradicional Miserere arequipeño

Preservación musical del tradicional Miserere arequipeño en castellano

Prof. Omar G. Carrazco Llanos

El denominado Miserere arequipeño[1], es sin duda el más canto representativo de Hermandad del Santo Sepulcro de Arequipa, ha sido practicado desde la primera procesión de viernes santo, realizada el año de 1871. Como canto religioso presenta peculiaridades musicales que son de importancia para la identidad arequipeña.

Músicos que han vivenciado su práctica durante la primera mitad del siglo XX preservaron versiones musicales del Miserere arequipeño, las mismas que han servido para el presente trabajo, los músicos a quienes debemos la captación y transcripción del canto religioso son: Manuel Moscoso Vargas, Benigno Ballón Farfán y Ricardo Arrisueño[2]. Con lo cual resulta interesante en una primera instancia conocer, cómo un mismo canto fue percibido diferentes músicos, reconocer las diferencias y similitudes, así como identificar los aportes personales.

  1. Significado del miserere para la Iglesia Católica
Conocer previamente el significado del miserere para fe católica resulta ineludible, a fin de comprender el mensaje que contiene el canto del Miserere arequipeño. El papa Juan Pablo II; disertando acerca del pecado, del hombre y del perdón de Dios, explica:

“Hemos escuchado el Miserere, una de las oraciones más célebres del Salterio[3], el más intenso y repetido salmo penitencial, el canto del pecado y del perdón, la más profunda meditación sobre la culpa y la gracia. La Liturgia de las Horas[4] nos lo hace repetir en las Laudes[5] de cada viernes. Desde hace muchos siglos sube al cielo desde innumerables corazones de fieles judíos y cristianos como un suspiro de arrepentimiento y de esperanza dirigido a Dios misericordioso.” (Juan Pablo II, 2001).

Al respecto, el papa Francisco también comenta:

“El miserere es un salmo penitencial que según una tradición judía expresa el arrepentimiento del rey David después de su pecado con Betzabé, se invita a quien reza este salmo a tener esos mismos sentimientos de arrepentimiento y confianza en Dios.
El salmo comienza con una invocación a Dios misericordioso, porque es el único que puede liberar del pecado, se manifiesta así que el anhelo más profundo del hombre lo que más necesita en su vida es ser perdonado, verse libre del mal y de sus consecuencias. Con su perdón Dios nos enseña que su amor es más grande que nuestros pecados y nos asegura que Él nunca nos abandona.
Además, el salmista sabe que el perdón de Dios, es realmente eficaz, porque no esconde el pecado, sino que lo destruye, lo cancela, y de esa manera el pecador pasa a ser una criatura nueva con un corazón nuevo y una vida nueva.
Por último, el salmo nos habla que quien ha sido perdonado y se ha abierto a la gracia divina puede enseñar a los demás a no pecar más.” (Papa Francisco , 2016).

El texto del Salmo 51, en latín y su traducción castellana del Salmo 51[6]:

TEXTO EN LATÍN

[1] Magistro choro. Psalmus David,
[2] cum venit ad eum Nathan propheta, postquam cum Bethsabee peccavit.

[3] Miserere mei, Deus,
secundum magnam misericordiam tuam
et secundum multitudinem miserationum tuarum
dele iniquitatem meam.
TRADUCCIÓN AL CASTELLANO

[1] Al maestro del coro. Salmo de David,
[2] tras haberle visitado el profeta Natán, después que él pecó con Betsabé.

[3] ¡Oh Dios, apiádate de mí!
según tu gran misericordia y
según tu inagotable compasión,
borra mi iniquidad.
[4] Amplius lava me ab iniquitate mea
et a peccato meo munda me.
[5] Quoniam iniquitatem meam ego cognosco,
et peccatum meum contra me est semper.
[4] Lávame completamente de mi iniquidad
y límpiame de mi pecado.
[5] Pues yo reconozco mi iniquidad
y tengo siempre presente mi pecado.
[6] Tibi soli peccavi et malum coram te feci,
ut justificeris in sermonibus tuis
et vincas cum judicaris.
[7] Ecce enim in iniquitatibus conceptus sum
et in peccatis concepit me mater mea.
[6] Solo a ti ofendí e hice lo que para ti es malo,
pues has sido justo en tu sentencia
y eres excelso cuando juzgas.
[7] Pues he aquí que fui concebido en iniquidad
y en el pecado me concibió mi madre.
[8] Ecce enim veritatem dilexisti
incerta et occulta sapientiae tuae manifestasti mihi.
[9] Asperges me, Domine, hyssopo,
et mundabor;
lavabis me, et super nivem dealbabor.
[8]Pues he aquí que amaste la verdad,
me manifestaste lo desconocido y lo oculto de tu sabiduría.
[9] Empápame, Oh Señor, con el hisopo,
y estaré limpio; 
lávame, y seré más blanco que la nieve
[10] Auditui meo dabis gaudium et laetitiam
et exultabunt ossa humiliata.
[11] Averte faciem tuam a peccatis meis
et omnes iniquitates meas dele.
[10] Darás gozo y alegría a mis oídos
y exultarán los corazones humillados.
[11] Aparta tu vista de mis pecados
y borra todas mis iniquidades.
[12] Cor mundum crea in me, Deus,
et spiritum rectum innova
in visceribus meis.
[13] Ne proicias me a facie tua
et spiritum sanctum tuum ne auferas a me.
[14] Redde mihi laetitiam salutaris tui
et spiritu principali confirma me.
[12] Crea en mí, oh Dios, un corazón puro
y renueva un espíritu justo
en mi interior.
[13] No me expulses de tu presencia
ni me arrebates tu santo espíritu.
[14] Devuélveme la alegría de tu salvación
y fortaléceme con un espíritu generoso.
[15] Docebo iniquos vias tuas
et impii ad te convertentur.
[16] Libera me de sanguinibus, Deus,
Deus salutis meae,
et exultabit lingua mea justitiam tuam.
[17] Domine labia mea aperies
et os meum annunciabit laudem tuam.
[15] Enseñaré a los inicuos tus caminos
y los impíos se convertirán a Ti.
[16] Libérame de la sangre, oh Dios,
Dios de mi salvación,
y mi lengua ensalzará tu justicia.
[17] Oh Señor, abrirás mis labios
y mi boca proclamará tu alabanza.
[18] Quoniam si voluisses sacrificium dedissem utique holocaustis
non delectaberis.
[19] Sacrificium Deo spiritus contribulatus:
cor contritum et humiliatum,
Deus, non despicies.
[18] Pues si hubieses querido un sacrificio
y te hubiese dado un holocausto
no lo habrías querido.
[19] Para Dios sacrificio es un espíritu abatido:
un corazón contrito y humillado,
oh Dios, no lo desprecias.
[20] Benigne fac, Domine,
in bona voluntate tua Sion,
ut aedificentur muri Ierusalem.
[21] Tunc acceptabis sacrificium iustitiae, oblationes et holocausta;
tunc imponent super altare tuum vitulos.
[20] Sé benigno, Oh Señor,
con Sión, según tu favorable designio,
para que se edifiquen los muros de Jerusalén.
[21] Entonces aceptarás el debido sacrificio,
las oblaciones y holocaustos,
entonces se ofrecerán novillos sobre tu altar.


  1. El canto del Miserere Arequipeño en la tradición arequipeña
La práctica del miserere dentro del rito católico es bastante difundida en toda España y en consecuencia en Latinoamérica desde la época colonial y republicana. En España existen congregaciones, cofradías, hermandades, etc. que preservan sus tradiciones con diferentes matices regionales. El canto de los misereres en España, es diverso pues puede ser interpretado por solista, agrupaciones corales, banda sinfónica, banda popular, canto popular, etc. y ha sido reglamentado por hermandades o cofradías en las que se practica.[7]



Canto del Miserere Grabación del Álbun discográfico titulado ¨Arequipa: Música y Pueblo¨ (1984) 
de Dn. Juan Guillermo Carpio Muñóz.


En el caso particular de Arequipa, se tiene confirmación de que se ha venido practicando como obra musical oficial desde la primera procesión de viernes santo 1870, fecha en que fue fundada la Hermandad del Santo Sepulcro de Arequipa. 

No se tiene certeza sobre su autoría, salvo una aseveración que realiza Jaime Díaz Orihuela quien atribuye la composición del Miserere Arequipeña a Florentino Díaz (c.1810-1891), Don Jaime no dió mayores pruebas de su afirmación, ante ello y la ausencia de datos al respecto en la misma Hermandad, se puede plantear su origen en la oralidad del culto.

El historiador arequipeño Eusebio Quiroz Paz-Soldán señala al respecto de cómo se realizaba la procesión en la segunda mitad del siglo XX:

“…cuando sonaba el Miserere, automáticamente la gente tomaba su lugar en la procesión. Mujeres en la acera izquierda, hombres en la derecha, jamás juntos, y dejaban libre todo el espacio central, allí únicamente podían ir la Hermandad del Santo Sepulcro y que por cierto vestían un frack que los distinguía de todos los que allí estaban; y luego de ellos, en un orden impresionante seguían los representantes de las cofradías, las monjas y la banda conjunta. Todos portaban una vela verde y mientras avanzaba, la gente lloraba, es un tema muy hermoso y conmovedor”.[8]
Según Roberto Lazo, se sabe que se cantaba a coro desde las casas cuando pasaba la procesión. En cuanto al acompañamiento musical, siempre se procuró que haya una orquesta o coro delante de la urna en la procesión, esta agrupación es la encargada de entonar el Miserere arequipeño. Al finalizar el agrupamiento se encuentra la Virgen Dolorosa y de detrás de ella siempre asistió la Banda de la gendarmería o del ejército y muy pocas veces compuesta por una banda popular lo que también se denomina en Arequipa los "ccaperos", ellos se encargaban de acompañar musicalmente con el tema emblemático de la imagen de la Virgen Dolorosa, la llamada Marcha Morán.

  1. Las versiones transcritas del Miserere Arequipeño
Como ya se mencionó fueron los músicos Ricardo Arrisueño Guillén, Benigno Ballón Farfán y Manuel Moscoso Vargas, que han legado la transcripción del canto religioso hasta nuestros días, ¿qué motivaciones pudieron tener tres personajes de la época para transcribir el canto? veamos una breve semblanza de cada uno de ellos.

Ricardo Arrisueño Guillén (1896-1966), su padre José María Arrisueño[9]fue el patriarca de una familia musical. Ricardo Arrisueño heredó la práctica musical de la familia y fue además de abogado, pianista, profesor de música, afinador de pianos y compositor más cercano a la música popular. A la fecha se conoce que su labor estuvo principalmente relacionada con la música popular en la primera mitad del siglo XX, cerca del año 1930[10] se ha verificado que se grabaron dos placas discográficas con la empresa Columbia: el foxtrot de su autoría titulado “Ñusta” y su versión del tradicional carnaval de Arequipa que tituló “El Carnaval”[11]. Don Ricardo Arrisueño G., era profesor de música en el colegio de Santo Tomás de Aquino, y era comisionado para formar un coro de niños, para que cante el Miserere Arequipeño (Lazo, 2018), durante toda la procesión de viernes santo. La versión que transcribió y arregló para piano y voz fue a pedido de Don Juan José Soto Landázuri, quien era presidente de la Hermandad en los años 50s.


Transcripción de Ricardo Arrrisueño, versión para piano.


Manuel Moscoso Vargas (1889-1976), su labor en la vida religiosa de la ciudad la realizó como maestro de capilla, de las iglesias de la Merced, Santo Domingo (donde laboró más de 60 años) (Vega, p.139, 2006), Capilla de San José, La Catedral[12] y de casi todas las iglesias de Arequipa; su fama como organista y cantor con voz potente lo llevó a ser considerado en las misas cantadas[13]; asimismo su facilidad para leer partituras le permitió manejar gran repertorio dentro de las actividades eclesiales de la ciudad. Manuel Moscoso fue devoto del Señor del Santo Sepulcro[14] así como también miembro de la Hermandad del Santo Sepulcro, durante muchos años en la Semana Santa acompañaba a la procesión con coros y músicos[15], poniendo dinero de su propio peculio para financiar el acompañamiento musical. Era frecuente verlo interpretar y dirigir el Miserere arequipeño y otras alabanzas que eran seguidas con toda atención por fieles en la Semana Santa arequipeña. En su producción musical religiosa se tienen los “Gozos del Beato Martín de Porres” y la transcripción del “Miserere arequipeño”. Además, se debe mencionar que, en los archivos de la obra de Moscoso Vargas, se ha encontrado abundante literatura musical religiosa compuesta y transcrita para órgano, piano, voz, coro y diversos instrumentos, que era usada para los oficios que acompañaba el maestro y agrupación musical.

Recorte periodístico del artículo “Relato sobre el coro de niños del Miserere” Por: Juan Salas Ocharán.
Diario Arequipa al Día. 1997. Fuente: Archivo histórico de la Hermandad del Santo Sepulcro


Al centro Manuel Moscoso Vargas en compañía de religioso (sin identificar) de la orden dominica



Transcripción de Manuel Moscoso Vargas, versión para piano

Benigno Ballón Farfán (1892-1957), su multifacética actividad musical le permitió también acercarse a la interpretación musical en la vida religiosa de Arequipa. La vida de Don Benigno se relacionó desde su propia familia, tal es así que dos de sus hijas Rosa y Josefa adoptaron la vida religiosa llamándose luego de tomar los hábitos: Sor Marta y Sor Rebeca respectivamente. Entre la producción religiosa de Ballón Farfán podemos encontrar:

  • Ave María, dedicada a su Hija Sor Marta
  • Misa Fúnebre, en castellano
  • Invitatorio Pequeño
  • Himno a la Virgen de los Dolores Napolitana, de la Recoleta de Arequipa
  • Transcripción del Miserere arequipeño
  • Segunda Palabra, Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso…
  • Tercera Palabra, a la Virgen de los Dolores
  • Padre Nuestro
  • Al Sagrado Corazón de Jesús


Transcripción de Benigno Ballón Farfán, versión para piano

Hasta donde se tienen conocimiento, se sabe que la versión arequipeña del Miserere es anónima[16]; por ello es complicado determinar si la música fue compuesta específicamente para la procesión o si ya existía como música y fue adoptada por la hermandad, siendo esta segunda opción la más probable.

Al revisar las versiones del texto transcritas, observamos dos versiones que contienen variantes mínimas entre ellas que no alteran su significado, pero que es necesario precisar. La versión (1), es la que fue captada y transcrita a notación musical (canto y piano) por Manuel Moscoso Vargas y Benigno Ballón Farfán. En cuanto a la versión (2), fue el profesor Ricardo Arrisueño:

VERSIÓN 1:
Señor, ten misericordia de mí,
según tus piedades.
Que cuanto importa por tuyas,
¡Ay! ¡Ay! Tanto más tienen de grandes.

VERSIÓN 2:
Señor, tened misericordia de mí,
según tu piedad.
Que cuanto importan por tuyas,
¡Ay! ¡Ay! Tanto más tienen de grandes.

Exponemos también las características formales de las partituras encontradas del Miserere arequipeño.

Características generales
a) Versión Arrisueño Guillén
b) Versión Moscoso Vargas
c) Versión Ballón Farfán
Tonalidad
Re menor
Re menor
Mi menor
Estructura
Introducción, AA, BB
Introducción, AA, BB
Introducción, AA, BB
Cantidad de compases
34
44
33
Tempo
Andante
Moderato, con sentimiento y dolor
Lento y majestuoso

En las breves introducciones, se presenta un campo armónico similar. Para el caso de Arrisueño, usó una melodía en unísono, armonizado con terceras paralelas; en cambio para Moscoso y Ballón la transcripción refleja mayor uso de la técnica pianística, nótese primero la el uso del compás ternario por Moscoso, a diferencia de Ballón que ajusta la melodía a compás de cuatro sobre cuatro, introduciendo motivos rítmicos que también usó en las transcripciones y arreglos de yaravíes tradicionales[17], además del uso de octava inferior antes de la presentación del canto.
Al comparar el verso A: “Señor, ten misericordia de mí, según tus piedades”, se muestra una mayor similitud melódica y cercanía entre las versiones de Arrisueño y Moscoso. Ballón introduce notas de paso en semitonos adicionales ajustando la duración de las notas y el ritmo logrando un verso más cantábile.

En el verso B: “Que cuanto importa por tuyas ¡Ay! ¡Ay! tanto más tienen de grandes”, se destaca el uso de apoyaturas en semitonos en el canto por parte de Ballón Farfán, acercando una vez más el canto religioso a su propio estilo de arreglo que daba a los yaravíes arequipeños. En cambio, Arrisueño y Moscoso, no abundan en notas de paso o adornos dejando notar la intención de mantener un registro musical cercano al canto oral sin necesariamente darle un estilo definido como podría ser el yaraví, esta captación “natural” se puede apreciar mejor en Moscoso Vargas.

Finalmente, vemos tres versiones del Miserere arequipeño, que guardan similitudes melódicas y armónicas, más entre Arrisueño y Moscoso, mostrando trascripciones que probablemente hayan sido más cercanas al canto tradicional, En cambio, Ballón Farfán optó por introducir elementos rítmicos, armónicos y melódicos que tenían la intención de acercar al Miserere arequipeño al estilo yaraví.

  1. Conclusiones
En primer lugar, reconocer la importante labor de preservación musical que realizaron Manuel Moscoso Vargas, Benigno Ballón Farfán y Ricardo Arrisueño Guillén; quienes demostradamente estuvieron vinculados a la labor musical religiosa de Arequipa y pusieron su talento en la captación del canto más representativo de la Hermandad del Santo Sepulcro. 

También se puede afirmar que Ballón Farfán, fiel a su estilo localista de captar la música que lo rodeaba, impregnó en su transcripción elementos musicales que acercan al Miserere arequipeño al yaraví mestizo, no siendo necesariamente su origen musical.

Finalmente, es nuestro deseo que la breve exposición de las versiones escritas de la música del Miserere arequipeño en el presente trabajo, permitirá a la comunidad musical a estudiar nuestro acervo musical religioso, tan rico y poco analizado en la ciudad de Arequipa; así como también sirva para nutrir las futuras interpretaciones en diferentes agrupaciones musicales.


***
FUENTES:

·         Ballón Medina, 68 Obras musicales de Benigno Ballón Farfán, 2008
·         Juan Pablo II, Catequesis de Juan Pablo II sobre el Miserere Web: https://gloria.tv/article/La44TQFHCzFf4piYmgoyxAFTw visualizado en enero 2019.
·         Francisco, El papa explica el Salmo Miserere durante audiencia general realizada el 30 de marzo 2016. Web: https://www.romereports.com/2016/03/30/el-papa-explica-el-salmo-miserere-durante-la-audiencia-general/ visualizado en enero 2019.
·         Vega Salvatierra, Vida musical cotidiana en Arequipa durante el Oncenio de Leguía (1919-1930), Pg. 139, 2006
·         Archivo discográfico y entrevistas personales Luis Pareja Rivero, 2016.
·         Archivo de la Familia Moscoso Villena, 2018
·         Entrevistas personales a Roberto Lazo, 2018.




NOTAS:

[1] Nos referiremos en el presente trabajo al Miserere arequipeño (en castellano), pues como expone Juan G. Carpio Muñoz y lo reafirma Roberto Lazo, existe también un miserere en latín que la tradición arequipeña ha conservado para las procesiones de viernes santo. En los casos que se tenga que referir al miserere en latín se hará la precisión del caso.
[2] Respecto a la ubicación de los ejemplares, detallamos que la copia del manuscrito de Benigno Ballón está en el compendio publicado por su hijo, el Dr. Reynaldo Ballón Medina en el año 2008. El manuscrito original de Manuel Moscoso Vargas se encuentra en el archivo de la familia Moscoso Villena, recientemente dado a conocer el año 2018. Y, una copia de la versión de Ricardo Arrisueño fue proporcionada por la Hermandad del Santo Sepulcro, y data de los años 1950. Las tres versiones se encontraron completas y legibles en su totalidad, y han sido transcritas a notación digital y acompañan como anexos al presente.
[3] Compendio o colección de salmos.
[4] “El oficio divino (Liturgia de las Horas) es el conjunto de oraciones (salmos, antífonas, himnos, oraciones, lecturas bíblicas y otras) que la Iglesia ha organizado para ser rezadas en determinadas horas de cada día. El oficio divino es parte de la liturgia y, como tal, constituye, con la Santa Misa, la plegaria pública y oficial de la Iglesia. Su fin es consagrar las horas al Señor, extendiendo la comunión con Cristo efectuada en el Sacrificio de la Misa. Quien reza el oficio hace un paro en las labores para rezar con la Iglesia, aunque se encuentre físicamente solo. Aunque sin duda es necesaria la oración privada, también es necesario que recemos formalmente unidos como Iglesia.” Tomado de Pequeña enciclopedia católica en  https://www.corazones.org/diccionario/oficio_divino.htm visualizada en enero 2018.
[5] “Que significa: alabanzas. Es, con las vísperas, una de las horas principales. Consiste de un himno, dos salmos, un cántico del Antiguo o del Nuevo Testamento, una lectura corta de la Biblia, el Benedictus, responsorios, intercesiones, el Padrenuestro y una oración conclusiva.” Tomado de Pequeña enciclopedia católica en https://www.corazones.org/diccionario/oficio_divino.htm visualizada en enero 2019.
[6] Versión del Salterio Galicano, 392 D.C. traducción obtenida de Enciclopedia Católica online, https://ec.aciprensa.com/wiki/Salterio visualizada en enero 2019. Se han numerado los versículos.
[7] Se tiene, por ejemplo: Procesión de Jesús yacente en Zamora, Procesión del Miserere en Ávila, Semana Santa en Pravia, La Pasión de las Turbas de Cuenca, entre otras.
[8] Tomado de http://encuentro.pe/cultura/la-semana-santa-en-arequipa/ visualizado en diciembre de 2018
[9] José María Arrisueño Santiesteban (1848-1909), Compositor de música religiosa y profesor de música, en 1899 funda la “Sociedad Musical de Caballeros de la Virgen del Perpetuo Socorro”. Sus obras son: Dos Misas Solemnes, una Misa de Réquiem, dos Salves Regina, Madre Purísima, Madre Amorosa, Tota Pulcra, Gozos a la Virgen del Perpetuo Socorro, entre otras.
[10] Entrevistas con Luis Pareja Rivero, 2016.
[11] Nos referimos a la versión del carnaval que posteriormente arreglará Baenigno Ballón Farfán y cuyo arreglo será ampliamente difundido
[12] Al respecto la investigadora Zoila Vega precisa que Manuel Moscoso Vargas fue maestro de capilla de la catedral desde 1921 hasta mayo de 1927 y que antes había desempeñado funciones de cantor.
[13] “El 28 de julio de 1923, a las diez de la mañana se celebra en la iglesia matriz una misa solemne cantada por el Sr. Obispo y oficiada por una gran orquesta que dirigía el maestro Moscoso Vargas”. (Anales de Arequipa pag. 117)
[14] Véase nota publicada en Diario Arequipa al Día, “Relato sobre el coro de niños del Miserere” escrito por: Juan Salas Ocharán, 1997. Archivo: Archivo histórico de la Hermandad del Santo Sepulcro.
[15] Al respecto se lee en una nota del diario El Deber, 1918: “Entonaban motetes apropiados y el Miserere coros formados por alumnos del Colegio Seminario y de Santo Tomás de Aquino, estos últimos dirigidos por el maestro Moscoso Vargas”
[16] Hay sólo una referencia que pone en duda nuestra afirmación. Jaime Díaz Orihuela atribuye la autoría de la música del miserere arequipeño a Florentino Díaz, ancestro de la familia Díaz y compositor religioso; ante ello en actas de la Hermandad del Santo Sepulcro de Arequipa, no se ha encontrado referencia alguna sobre su autoría o procedencia.
[17] Véase la publicación de: “Ay amor” y los yaravíes de “Cantares arequipeños”

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