CONTEXTO DE LA PUBLICACIÓN
En los inicios de la República, el personaje arequipeño Mariano Eduardo de Rivero (1798-1857) científico,químico, naturalista, geólogo, mineralogista, político y diplomático. Estudia en el Seminario San Jerónimo de Arequipa, para 1810 es enviado a Europa para continuar su educación en mineralogía y química.
Para 1823 retorna a Latinoamérica y encargarse de estudios científicos de su especialidad en Colombia. El gobierno del Perú lo nombra en marzo de 1826, director general de minería, agricultura, instrucción pública y museo. Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz funda en 1828 la escuela de minas de Lima (hoy Universidad Nacional de Ingeniería) y el primer museo nacional de historia natural, antigüedades e historia del Perú (hoy Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. En 1832 comienza su carrera como político, como diputado, consejero, inspector de obras públicas, jefe de Aduana en Arica, Gobernador de Junín y Gobernador de Moquegua.
Los yaravies que nos interesan aparecen en su publicación de 1851, la obra fue publicada junto a un co-autor llamado Johann Jakob von Tschudi, titularon la obra "Antigüedades Peruanas". Un libro que trata sobre el imperio de los Incas, su historia, origen, sistema de gobierno, conocimientos científicos, idioma, religión, costumbres y monumentos. En el prólogo, los autores agradecen a todos sus benefectarores económicos y reconocen el inicio de la investigación cerca de 1841, dentro de los agradecimientos también dejan ver que muchas de las láminas y gráficas que acompañan a la publicación fueron encargadas a artistas y dibujantes. Los yaravíes transcritos y arreglados, al parecer también fueron encargados a un músico de la época (posiblemente europeo) y tienen la característica de haber sido ajustados a la armonía y estilo clásico de la época (a lo Haydn o Mozart).
Carátula interior de la publicación Antigüedades Peruanas, 1851
DESCRIPCIÓN MUSICAL
Los yaravíes insertados en la obra titulan:
I. Haraví en Sol menor
II. Haraví en La menor
III. Haraví en Re menor
El primero de ellos tiene 36 compáses, respeta la forma binaria AB cada una con repetición (como los otros 2 yaravíes) , con una breve introducción. La melodía en terceras y las notas de adorno dejan la impresión de un canto a voces, con glissandos y apoyaturas. Por otro lado en el bajo se escucha el bordoneo típico del instrumentos acompañante original: la guitarra.
Primeros compáses del Haraví en Sol menor
El yaravi en La menor es mucho más corto (24 compáses) y de un ritmo mucho más ágil; éste efecto se consigue por el incesante arpegio de acordes en la mano izquierda que acompaña a la melodía. El ritmo marcado y la melodía sin prolongaciones ad-libitum, nos muestra una canción mucho alegre (a pesar de estar en tonalidad menor en su primera parte).
La última transcripción, recurre al tempo lento y recitativo similar al Nro. I, el arreglista procuró adornar la introducción lo suficiente (en exceso diría) para que se creara un efecto de balance con la languidez melódica del yaraví.
ALGUNOS COMENTARIOS
Los yaravíes recolectados y forzados a permanecer en la escritura occidental, nos muestran, una vez más, su gran difusión en el territorio nacional. Mantienen la armonía primigenia de su oralidad, y que se mantuvo en la práctica de la ciudad y se puede comprobar sus influencias al escuchar la música tradicional arequipeña en sus primeras grabaciones del siglo XX (casi 100 años después).
Los tres yaravíes son muestra también de una intención de registro musical de un fenómeno que debió ser de bastante difusión en la época, como fue la práctica del yaraví; éste tipo de recopilaciones también serán abordadas por Daniel Alomía Robles quien recopilaría en sus apuntes musicales (contemporáneo de Claudio Rebagliatti quien también publicó yaravíes en su Álbum Sudamericano).
Ahora escuchemos los ejemplos de las obras comentadas.
Fuentes:
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